Considero que al manejar información debe tener un uso ético, sin embargo en estos tiempo se esta perdiendo poco a poco ya que la información es una herramienta del conocimiento, es un flujo que corre desde los centros posantes a las periferias, que los consumen pero es también, un reflujo que circula en sentido inverso, a ello se le conoce como retroalimentación. Los flujos de información no transmiten sólo un saber positivo sino que son portadores de valores, motivaciones, sentimientos, emociones, etcétera.
La información, más que una disciplina científica, es un instrumento de todas y de todos. El mono no se hizo hombre cuando adoptó una posición bípeda, sino cuando aprendió a servirse de la información acumulada y a generar nuevos conocimientos necesarios para obtener resultados concretos, y sólo así fue capaz de trascender.
En términos prácticos, la información es un bien intangible que se vende, compra, cambia, reproduce y modifica cuyo significado puede variar según el contexto donde se introduzca.
La información se protege y muchos la monopolizan. No es sólo un instrumento inofensivo de la cultura, sino también un recurso del poder, que puede convertirse en un arma letal en manos escrupulosas. Puede utilizarse con virtuosismo, pero también en forma arbitraria o abominable. Los peligros y las bondades de la información hacen inaceptables, tanto los criterios absolutamente liberales para el acceso y la circulación de la información como las posiciones restrictivas. Se trata de un difícil problema de límites y de competencias que debe resolverse sin composiciones ni acciones autoritarias.
Obviamente, existen segmentos sociales que reclaman una información especializada. Por ello, la idea de excluir a ciertos grupos de determinadas informaciones puede tornarse absurda en contextos y circunstancias específicas.
En general, una persona informada puede ser más activa, protagonista, crítica, exigente, responsable y competitiva. Las sociedades más avanzadas procuran crear una abundante circulación de la información, que estimule la creatividad y aportan los recursos necesarios para la investigación. Únicamente, en condiciones de abundancia de información, la creatividad humana alcanza los niveles más significativos.
"¿Qué sería del hombre sin información? Aunque las respuestas a estos cuestionamientos parecen evidentes, no sobra precisar, que más allá de la existencia natural de la información, la preocupación real se centra en cómo se administra, independiente de la esfera, individual, social, nacional o internacional, que se trate".
La información es la antesala del conocimiento, y ello sucede no en un campo particular, sino en todos. Sea cual sea la definición que se adopte, la información es el recurso por medio del cual el saber individual se socializa, hereda y trasciende.
Proteger la información es una actitud legítima; monopolizarla, impedir que otros accedan a ella, puede ser arbitrario. Por supuesto, hay tipos de información que por su sensibilidad, por su carácter, deben protegerse. Es inaceptable, tanto un criterio absolutamente liberal en materia de acceso a la información, como una posición absolutamente restrictiva.
Por eso siempre hay que tener en cuenta que el uso de la información siempre hay que manejarla de la mejor manera posible, ya que en todo momento hay que ser éticos.
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